Pesadilla Antes de Navidad

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Y es que lo sucedido el 24 de Diciembre en mi viaje a Sevilla no tiene otro nombre.

Para quienes de vosotros no conozca el tren Arco, basta con decir que es el peor tren de largas distancias de la península ibérica contando en su terrible historial chapuzas como televisores que revientan debido a goteras dentro del propio tren, calefacción mal repartida, asientos sueltos y arañados, inodoros inutilizables y constantes retrasos tan normales que nadie reclama por ellos, entre otras cosas.

El Arco García Lorca consta de dos convoys concretamente en el que uno parte de Barcelona con destinos separados como Sevilla, Málaga, Badajoz, Granada y Almería y los que parten de Sevilla, Málaga, Badajoz, Granada y Almería y que se unen en diferentes puntos del trayecto para formar un único convoy mediante nudos ferroviarios. Recientemente se emplea también en otro trayecto País Vasco – Galicia, denominado Arco Camino de Santiago.

Parece costumbre que cuando hace temporal, el trayecto del Arco queda cortado en algunos puntos entre Albacete y Linares – Baeza. En estos casos Renfe tiene el protocolo de poner autobuses en las estaciones mas próximas al corte para desplazar a los pasajeros que se dirigían al norte al tramo superior, y los que se dirigían al sur al tramo inferior, para retomar los trenes.

La mala suerte y temporal me acompañaron ese fatídico día en el que sobre las 12:30 nos anunciaba el revisor (y no antes como debiera) de que la vía estaba cortada y que nos preparásemos para tomar autobuses que nos llevasen desde la estación de Albacete a la estación de Linares – Baeza en mi caso para ir a Sevilla.

Nos descargaron a todos los pasajeros del Arco en la estación de Albacete sobre las 13.30 en donde ya nos esperaban autobuses que nos distribuirían por nuestras estaciones de destino… pero no habían suficientes autobuses para todos los pasajeros. La gente cargaba el equipaje en la bodega del autobús, subía y tras ver que no había asientos, se bajaban, recogían el equipaje y probaban suerte en el siguiente autobús. Un descontrol total y la ley de la selva, o vulgarmente dicho, marica el último.

En tierra nos quedamos mas de 60 personas que optamos por lo civilizado, no pelearnos, guardar cola y tener paciencia, bajo la vana promesa de que vendrían mas autobuses en media hora.

Mierda de Arco

Los mas de 60 pasajeros que esperábamos en Albacete.

Una hora y media después tras soportar la lluvia y el frío de aquel día a la intemperie (pues ni siquiera cabíamos ni nos invitaron al hall de la estación) nos avisan de una forma muy improvisada que nos meten en un tren Altaria (variedad del Talgo) que pasaba por allí con destino Madrid y que allí nos meterían en un Ave que pararía de forma excepcional en nuestros destinos. ‘Hurra!’ pensamos inocentemente…

Llegamos a Madrid sobre las 17.20 y tal como temíamos todos, allí no había nadie esperándonos para meternos en un Ave como nos habían prometido. Ni tan siquiera estaban informados.

Paramos a un controlador de Renfe de los que vagan por la estación de Atocha, le explicamos la situación y nos señala amablemente la puerta de embarque del Ave, a la que nos dirigimos; ahí tampoco sabían nada, nos señalan que nos dirijamos al Servicio de Atención al Cliente de ¿Cercanias?, así que lo hacemos, y allí nos remiten al Servicio de Atención al cliente del Ave donde sorprendentemente tampoco saben nada, así que nos mandan al Servicio de Atención al Cliente general de Renfe donde tras peleas y gritos por ambas partes se resuelve que nos dirijamos (de nuevo) al Servicio de Atención al Cliente del Ave y que allí nos lo iban a solucionar.

En el Servicio de Atención al Cliente del Ave nos dicen que sí, que nos validarán nuestros billetes para que podamos subir a un Ave, pero no nos dicen ni cuando ni a que Ave, y el último Ave con destino Sevilla sale a las 19. Son las 18:10 y empiezo a impacientarme.

A las 18:45 me pongo a buscar teléfonos de gente que conozco en Madrid para buscarme un alojamiento cuando por fin nos confirman que nos validan los billetes y que nos subirán al último Ave. Un respiro, pero en ese momento no me creo nada hasta que no me suba al tren.

En la puerta de embarque del Ave nos dicen que no hay plazas, que el tren va completo por lo que nos meten a los 30 que ibamos en ese tren en la cafetería, de pié. Algo es algo. Al pasar la estación de Ciudad Real y tras una hora de pié un revisor muy amable nos dice que ya hay asientos disponibles y que podemos sentarnos. He de decir que es la persona que mejor nos trató del servicio de Renfe.

Tras todas estas penurias llego a Sevilla a las 21.30, una hora y media de retraso respecto al plan original. Renfe no devuelve el dinero alegando que las condiciones del tiempo se escapan a su control. Creo que debieron haber contado los pasajeros para disponer los autobuses necesarios, y que eso si está bajo su control.

Irónicamente ya en Sevilla el cartel de anuncios de la estación dice que el Arco – que embarcó a la gente que iba en autobús en la estación Linares – Baeza- llegará sobre las 23:00 horas, cuando debió haber llegado a las 20:00. Yo llegué a tiempo para la cena de Noche Buena, pero toda esta gente que corrió, peleó y mordió por un asiento en el autobús se debió de ver jodida.

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2 comments to “Pesadilla Antes de Navidad”

  1. Comment by Pesadilla antes de Navidad (Renfe/Adif):

    [...] Pesadilla antes de Navidad (Renfe/Adif)  karman.cc/blog/archives/491  por orisa hace 3 segundos [...]

  2. Comment by Alex:

    Paciencia hombre, paciencia. Y la pena, es que esto pasa con casi todos los servicios de este país. Hasta que no te pones a dar gritos y mordiscos, no te hacen ni p*** caso.
    Un saludo!

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